En la localidad de Ahillones, provincia de Badajoz, cuando corrían los años 60, en plena emigración, José María Pilar Guerrero, también emigrante en Madrid, volvió a su pueblo para empezar junto con su esposa, Joaquina Montanero Espinosa, una nueva vida y emprender un negocio.
Eran años difíciles pero con trabajo y sacrificio consiguieron seguir adelante. Hoy, sus hijos estamos orgullosos de haber tenido unos padres trabajadores, luchadores y honrados. Gracias a ellos continuamos trabajando por el negocio familiar llamado “El Molino”.